martes, 7 de marzo de 2017

COMO MEJORAR EL LENGUAJE ORAL EN LOS NIÑ@S

BIEN

 • Provocar la necesidad de hablar en casa. Hable mucho con él/ella e interésese por sus cosas.

• Comparta con él/ella las tareas de casa y enumere las distintas partes de lo que está haciendo. Haga igual cuando lo vista, asee y en todas las actividades de la vida cotidiana.

• Explíquele para qué sirven los distintos objetos: de qué están hechos, cuál es su color, su forma, etc. Utilizar para ello mensajes cortos y claros.

• Durante el baño, aproveche para enseñarle las partes del cuerpo.

• Si salen a la calle de paseo, se le hará observar lo que haya a su alrededor.

• Dar pequeñas órdenes que debe cumplir. A medida que le vaya entendiendo, las órdenes se complicarán en su expresión.

• Sirviéndose de libros y cuentos con grandes ilustraciones, primero se le narrarán y luego se le formularán preguntas sobre lo leído o visto.

• Hacerle aprender el nombre de los miembros de la familia, dónde viven, en qué trabajan. Reconocerlos en fotografías.

• Escucharle atentamente y responderle. Convierta el habla en una diversión.

MAL

 • Imitar la forma de hablar de su hijo/a, aunque parezca graciosa. Evite que otros miembros de la familia lo hagan.

• Regañarle cuando diga mal una palabra. Dígansela correctamente.

• Pasar mucho tiempo delante de la televisión o vídeos.

• Hablarle en un volumen alto o demasiado deprisa.

• Permitir estancias demasiado prolongadas delante del ordenador, consolas o actividades individuales.

• Conversar con la televisión, música o ruido demasiado alto. Favorecer ambientes poco ruidosos.

• Sobreproteger a su hijo/a. Déjele participar en diferentes situaciones y actividades.
 


RECUERDE QUE.....

 • A partir de los 18 meses de edad el niño/a debe tomar los alimentos como el resto de la familia, no triturados. Masticando desarrollará la musculatura de la boca. Evite que tome la leche en biberón y que utilice chupete, ya que esto deforma el paladar y los dientes.
 
• Los niños/as aprenden mucho por imitación. Por ello, cuando se dirijan a su hijo/a, háganlo hablándole despacio y con claridad, pronunciando bien las palabras y procurando evitar el empleo abusivo de los diminutivos. No hay que “infantilizar” el lenguaje de los niños/as.

• Respetar el ritmo personal del niño/a cuando se expresa. No interrumpirle cuando cuenta algo. No anticipar su respuesta aunque tarde en darla.

• Habituar al niño/a a que sepa escuchar y que él/ella también sea escuchado.

• Acostumbrarle a que mire a los ojos de la persona que habla, acudir cuando se le llame, dejar lo que está haciendo y atender a lo que se le dice, no interrumpir a los demás hasta que no hayan acabado su mensaje. Que sepa escuchar hasta el final.

  • La mayor parte del tiempo su hijo/a lo pasa, o debe pasarlo con ustedes y nadie mejor que ustedes pueden desarrollar su lenguaje, si lo hacen con paciencia, constancia y en situaciones de juego pronto verán los resultados.