lunes, 29 de febrero de 2016

DOCUMENTACIÓN PARA PRESENTAR CON LA SOLICITUD

OBLIGAT0RIA
*todo con fotocopia y original
VOLUNTARIA (para obtener puntos) O AUTORIZACIÓN EN LA MISMA SOLICITUD *todo con fotocopia y original

Solicitud (firmada por los dos padres o tutores)
DNI (copia de los DNI de los dos padres o tutores)
SITUACIÓN LABORAL DE LOS PADRES
Certificado de Informe o Vida laboral de los dos (TODOS) o autorización a la Conserjería para acceder a la información sobre la situación laboral.
Funcionarios del Estado o Comunidad Autónoma que no estén dados de alta en el SS se justificarán mediante “Hace constar” o “Certificado” del responsable de la unidad de destino.
Los autónomos no obligados a estar dados de alta en ningún régimen de la SS aportarán uno de los recibos originales del pago de su mutua correspondientes al mes de febrero.
Los certificados de invalidez total equivalen, a efectos de baremo, a trabajo a jornada completa (fotocopia compulsada del certificado de invalidez)

Libro familia completo (original y fotocopia)
SITUACIÓN ECONÓMICA
Marcar  la casilla de autorización en la solicitud para datos de Agencia tributaria
Otras situaciones consultar en el centro
Documento que acredite residencia (padrón de la Unidad Familiar), Certificado del trabajo (que indique domicilio laboral en el municipio) o documento que acredite entrega vivienda antes de 31 diciembre 2015 (en previsión de traslado de domicilio)
SITUACIÓN FAMILIAR
Hermanos matriculados en el centro  o en el colegio público donde se encuentra la Casa de Niños.
Titulo de familia numerosa
Certificados de minusvalías (padres o hermanos)
Parto múltiple
Todos aquellos que respondan al apartado cuarto (publicado en el tablón)

domingo, 28 de febrero de 2016

Por qué jugar con botas de agua aunque haga sol



OS DEJO UN ARTÍCULO DEL BLOG TIERRA EN LAS MANOS QUE ME PARECE INTERESANTE


LOS NIÑOS TIENEN QUE PODER MANCHARSE JUGANDO

portada jugar con botas de aguaAntes de ser madre no me hubiera imaginado jamás que en casa usaríamos tanto las botas de agua. Es más, la primera vez que le compré al peque botas la gente me decía que era un gasto innecesario. Total, para los 4 días de lluvia que hay en el Mediterráneo…
Para mi sorpresa, es un calzado que hemos amortizado muchísimo y no porque haya empezado a diluviar a menudo por aquí. Sino porque nuestra forma de entender la infancia y sus necesidades nos ha llevado a ello.
Nada tiene que ver esto con una pedagogía determinada. Siempre defiendo que todos los niños (al margen de la pedagogía educativa que nos parezca más adecuada) tienen una necesidad innata de jugar con agua, tierra, barro y arenaSon los primeros materiales sensoriales que nuestra biología espera tocar y manipular y si les dejáis… veréis que los niños se van directitos a por ellos en cuanto tienen la oportunidad.
jugar con barro 1
Nunca le he prohibido a Terrícola que juegue con agua o tierra. Lejos de importarme que se manche… me encanta ver las rodilleras de los pantalones marrones o verdes, jiji. Pero reconozco que en invierno la cosa se complica, pues con agua cerca siempre acaba chorreando y al final hay que cambiarse de ropa.
Así que poco a poco… empezamos a poner botas de agua casi a diario, aunque hiciera un sol espléndido. En nuestro país, en general, no tenemos la costumbre de que los niños se vistan y calcen con ropa de lluvia… para jugar al aire libre. Pero si queremos que jueguen a fuera con libertad es una idea estupenda.
salir con botas de agua
De nada sirve adaptar los espacios exteriores, reverdecerlos, hacerlos más naturales, incluir agua en las zonas de juego… si vamos a estar continuamente diciendo “no te mojes”, “cuidado que te manchas”, etc.
Si cambiamos una pieza en la crianza o la educación… hay que cambiar muchas otras, es una reacción en cadena. En este caso, si cambiamos los espacios exteriores para “naturalizarlos” también debemos cambiar nuestra mentalidad, aceptando que se van a mojar y manchar (y eso es lo divertido).
Cuestión distinta es cómo nos llevamos los adultos con el barro y por qué nos importa tanto que se manchen. Te invito a reflexionarlo y te hablo de ello en breve, para no hacer este artículo muy largo.
Nosotros, como cuidadores, tendremos que ofrecer las “herramientas” necesarias para que eso suceda de una forma en la que los niños estén cuidados y los adultos en harmonía. Es por eso que usar las botas de lluvia y ropa impermeable para jugar con agua, en invierno, tiene un montón de beneficios: sus prendas vuelven más integras, su confort es mayor al no pasarse el rato de juego chorreando y de repente su creatividad con el barro parece no tener límites.
jugar barro 5Así acaban las botas y la ropa tras un rato de juego a fuera…
Estoy hablando del invierno o cuando hace frío, por supuesto. En cuanto empieza el calor, al menos por mi parte, me parece estupendo que vayan como quieran, que se mojen y se manchen por doquier, jajaja. La misma agua que les moja y mancha les limpiará después! 😉
jugar con tierra 4Los días de calor nada mejor que percibir la tierra con el propio cuerpo…
Y si os importan las manchas de tierra, que os aseguro que cuestan de quitar… ropa vieja para jugar a fuera en verano y problema solucionado, jeje.
PONED LAS BOTAS EN LA ENTRADA O RECIBIDOR
Por suerte, cada vez veo en más escuelas que las entradas están llenas de grandes armarios o estanterías repletos de botas de aguas e impermeables… y reconozco que me encanta. Pienso en todos los charcos que saltan esas botas (y no son charcos de lluvia, sino charcos creados por los propios niños para jugar con la arena), en los peques sentados sobre tierra empapada haciendo pastelitos o excavaciones varias… Y pienso: ¡¡esto va bien!!
botas agua escuela
Ojalá pronto sea lo habitual en todas las casas y escuelas. Recibidores con impermeables y botas de agua. :-)
En mi experiencia en el grupo de crianza compartida lo ideal es que las botas y las prendas que queráis que usen para jugar afuera con agua y tierra estén justo a la salida del espacio, ya sea dentro o fuera. Que sea algo fácil de ver al salir al exterior.
De esta forma es muy intuitivo, al cruzar el umbral de dentro hacia fuera veo mis botas y el impermeable y me lo pongo. Las primeras veces cuesta, después es un hábito (con los más peques es probable que si te despistas… salgan tal cual a fuera, pero poco a poco, jejeje). Lo mismo sucede al regresar a casa o el aula: cruzo de nuevo la puerta, dejo las botas y el impermeable y me voy sequit@ para dentro.
En casa, si tenéis jardín o vais a parques en los que puedan usar agua y embarrarse… podéis aplicar la misma idea. ¡Material impermeable a la salida!
botas en el recibidor
Sé que muchas veces a los adultos nos da reparo que los peques se embadurnen de arriba abajo (te hablaré de ello en breve) pero la verdad es que para explorar el mundo que les rodea los niños necesitan poder experimentar sin pensar en posibles manchas. Por eso lo mejor es que salgan a jugar preparados (ropa vieja en verano, ropa impermeable en invierno) para que nadie les quite la libertad de ensuciarse jugando.
jugando con tierra
Los niños recordarán mucho más los días de barro y juego que las manchas en sus ropas.

Por qué todos los niños deberían jugar con materiales no estructurados

Os dejo un artículo del blog tierra en las manos que me parece interesante

Siempre había pensado que los niños no necesitan excesivos juguetes y que a menudo disfrutan más con el envoltorio que con el propio material en sí. Pero ser madre me ha hecho profundizar en esta afirmación tan sencilla, reflexionar sobre qué materiales le ofrezco a Terrícola, porqué, y que posibilidades de juego desarrollará con cada cosa que se encuentre en su camino.

La realidad es que muchos de los juguetes que ha recibido el peque han acabado en el olvido a partir del segundo día. Algunos han tenido peor suerte y no suscitaron interés alguno ni al momento de recibirlo. Y unos pocos afortunados han dado para horas de juego una y otra vez.
¿Cuál es el secreto del éxito? Seguramente lo más importante es que ese juguete tenga alguna relación con su destinatario, tanto con sus intereses como con la etapa evolutiva en la que se encuentra. Vaya, que a un bebé gateador no le regalaríamos una bicicleta o a un niño de 10 años no le regalaríamos un correpasillos, ¿verdad?
Pero aparte de observar cuál es el interés del pequeño creo que es importante que al menos varios de los materiales que tenga el niño a su alcance sean “juguetes” no estructurados. Es decir, materiales que no tengan ningún fin concreto. Con ello me refiero a bloques de madera, piedras, palos, cajas de cartón, etc. Como ves, no tienen ni porqué ser juguetes. En cambio, los juguetes estructurados son aquellos que tienen un fin concreto, en los que el propio material ya indica para que sirve (un puzzle, por ejemplo) o bien son juegos en los que hay instrucciones y normas claras (deportes de equipo, juegos de mesa, etc.).
¿Pero por qué es importante ofrecer materiales no estructurados? Pues porque cuando les damos juguetes a los niños con un diseño muy específico (herramientas de trabajo, tazas y platos de juguete, coches con luces y sonidos, etc.) realmente no está surgiendo el “juego simbólico” sino que es “literal o imitativo”: los niños usan esos materiales imitando lo que hacemos los adultos con ellos y usándolos literalmente para lo que sirven. Pero el juego realmente simbólico nace cuando los niños recrean algo distinto sobre un “material, juguete o artilugio”, es decir, cuando juegan a coches con piedras o esas mismas piedras se convierten en monedas, cuando a unas maderas les dan el valor de una plancha, o un teléfono… Si os interesa el tema, podéis leer más sobre ello en Alaya Difundiendo Infancia o en este otro artículo muy interesante también.
En la imagen, la pequeña recrea un arco y una flecha con dos palos. La fotografía es de Lia Duran Fotografía, ¡mi fotógrafa preferida!
Abasteciéndoles de todo tipo de juguetes, uno para cada cosa y función (les compramos la cafetera, les regalamos las tacitas, o todo tipo de coches, puentes, etc. etc.) estamos dificultando que nazca un juego de creación y se quedan sólo en la imitación.
No hace mucho mi amiga Noe me contó una anécdota que me hizo reflexionar y creo que tiene relación con este tema. Me dijo que cuando observaba que su hija jugaba a algo sin parar con algún material no estructurado (por ejemplo, jugaba a planchar ropa usando como plancha una madera) si le compraba la plancha de juguete la niña dejaba de jugar a eso. Y pienso que precisamente es porque la recreación que ella hacía, el juego simbólico al que jugaba, desaparecía al tener una plancha en sus manos. Era demasiado real y quedaba menos espacio para la imaginación.
Por supuesto que no estoy defendiendo que los juguetes no son útiles, necesarios o divertidos. Porque no se trata de elegir entre “juguetes estructurados” y “juguetes no estructurados”. Sería como decir… ¿Le compras ropa interior o de calle? o ¿le ofreces a tu hijo fruta o verdura?  Pues seguramente todo es bueno y adecuado, ¿no? Por eso creo que, junto a los juguetes clásicos de toda la vida que todos tenemos en mente, es ideal poner a su alcance materiales no estructurados.
En realidad, esto no requiere mucho de nuestra parte… porque la cosa menos pensada sirve para jugar. Incluso… sin ningún material puede surgir el juego no estructurado, solo con la imaginación.
Por si necesitáis inspiración, os dejo algunas ideas para que podáis ver como los materiales no estructurados pueden ser de muchos tipos y cualidades.
Elementos de la naturaleza
Creo que la naturaleza es un lugar perfecto de juego, en el que todo es no estructurado. Como no hay juguetes en ella, los niños se abastecen de ella para recrear cuanto necesitan imaginar.
Suelen jugar con:
  • palos
  • piedras
  • tronquitos de todo tipo
  • piñas
  • conchas
palos juguetes no estructurados
Los palos de la foto forman parte de nuestra colección (o recolección mejor dicho, jajaja) de palos. La foto es de hace algún tiempo, prometo que ha aumentado alarmantemente… y lo peor es que yo contribuyo a ello. Veo un palo en el bosque y pienso… con esto haremos esto, con aquello lo otro… 😉
Materiales de reciclaje
En realidad, cualquier objeto sirve para jugar de forma imaginativa, incluso aquellos que para los adultos ya no tienen finalidad y van a la basura. Por ejemplo:
  • tapones de botellas de agua
  • rollos de papel de water
  • tapones de corcho
  • botellas de plástico
  • cartones
Materiales comprados
Por suerte, cada vez más marcas y fabricantes están elaborando materiales no estructurados, que tienen un diseño cuidado, con materias primas de calidad. Ya sabéis que me encantan los materiales de Grimms, que también tienen varios juguetes de este estilo, materiales que en sí no son nada, pero que a través de la imaginación del niño se convertirán en lo que él necesita.
Materiales Grimms
Recientemente, además, he conocido a través de Instagram GRAPAT, una nueva marca española, de fabricación nacional, que hace unas cositas tan preciosas… todas, con la idea de ser elementos muy libres para jugar.
materiales grapat
También existen muchas marcas distintas que fabrican eco-bloques. En casa son un éxito. Sirven para hacer torres, crear casitas, murallas, cualquier bloque de madera puede convertirse en un coche, una persona, etc.
collage eco bloques
BENEFICIOS DE LOS JUGUETES NO ESTRUCTURADOS
Me gustaría acabar este artículo resumiendo que este tipo de materiales tienen un montón de beneficios para el niño:
Estimulan el pensamiento creativo: este tipo de objetos no tienen una función clara así que es el niño quien debe darles una finalidad y crear las historias que quiera.
Se adaptan a la etapa evolutiva del niño: como este tipo de materiales no tienen una finalidad concreta y están poco elaborados van a acompañar al niño durante más años porque se adaptarán a su desarrollo y cambio de intereses.
Este año, por ejemplo, Terrícola y yo estamos pasando algunas mañanas a la semana con otras familias con niños mayores. Solemos ir a la montaña o a parques y observo cómo cada niño disfruta por igual pero cada uno usa lo que tiene a su alcance de forma distinta. Terrícola suele jugar a cavar agujeros en la arena, a remolcar la arena sobrante, etc. Una amiga suya, de 9 años, suele usar la arena y la tierra como una arqueóloga. Me encanta verla puliendo el suelo con sus micro-palas, o haciendo un surco alrededor de una piedra incrustada en la tierra para rescatarla.
Evita la sobreestimulación: no hay luces y no hay sonidos, por lo tanto, no hay estímulos externos sino que tienen que salir de dentro del niño. A veces pensamos que si un juguete no es bastante estimulante… el niño se va a aburrir. ¡¡¡Pues genial!!!! El aburrimiento es un escenario magnífico para que la imaginación salga a escena.
construcción con bloques
Torre que construyó Terrícola con cemento (de arena y agua) y maderas. Me flipa cuando se inventa cosas así.
Seguro que muchos ya tenéis este tipo de materiales en casa. Para quienes no tengáis, os animo de verdad a recolectar o comprar todo tipo de elementos y permitir que vuestros hijos los usen sin instrucciones ni direcciones. No hay nada más gratificante que ver como los peques crean mundos fantásticos e historias increíbles prácticamente de la nada.
Con el material menos pensado, con los elementos más sencillos, la magia del juego sucede.

ESPACIOS DE JUEGO AL AIRE LIBRE












6 razones para jugar afuera cuando llueve o hace frío

A veces me pregunto cómo puede ser que en un país con el nuestro, al sur de Europa, en el que gran parte del año hace buena temperatura, los niños salgan menos a la calle que en los países nórdicos. Especialmente cuando llueve o hace frío… las calles quedan desiertas de niños. Y, aunque parezca contradictorio o extraño… creo que ese es precisamente el quid de la cuestión, estamos acostumbrados al buen tiempo y en cuanto caen 4 gotas nos encerramos en casa.

El 50% de mi ADN es holandés y he podido comprobar que en ese país, Holanda, los niños están muchísimo más tiempo en el exterior que aquí. Usan menos coche, van siempre en bici incluso cuando llueve, juegan en los parques estén mojados, secos, haga frío o calor… se trata sencillamente de ir vestido adecuadamente y dejar los miedos a los resfriados a un lado (más adelante te digo el porqué).
Es posible que pienses, sobre todo si vives en zonas poco lluviosas de la Península, que para qué van a salir los niños cuando llueve o hace mucho frío, total, son pocos días al año, ya saldrán cuando haga sol. Pero creo sinceramente que es importante que salgan a fuera haga el tiempo que haga, ello les hace más resilientes y adaptables a los cambios en la vida. “Vaya, ¿hoy llueve? Síiiii, bieeen, llueve, podremos saltar charcos, pintar con barro, mojarnos la cara con agua de la lluvia…“. Los niños aprenden así a ver el lado positivo de los cambios de las situaciones, en este caso, el lado positivo de las inclemencias del tiempo.
¿PERO QUÉ BENEFICIOS TIENE SALIR AFUERA CUANDO LLUEVE O HACE FRÍO?
1. DA LA OPORTUNIDAD A LOS NIÑOS AUTORREGULARSE. Favorecer que los niños jueguen en el exterior en cualquier época del año permite a los más pequeños sentir el frío y el calor, valorar si van demasiado abrigados o demasiado poco, aprendiendo así a vestirse por sí mismos para cada estación.
Además, hace poco leí (no recuerdo dónde, lo siento mucho) que cuando llueve es importante no decir inmediatamente a los niños “coge el paraguas para salir”. Con anunciar que llueve es bastante. Ellos pensarán, entonces, que necesitan un paraguas, un chubasquero, botas… Si deciden salir sin nada, probablemente comprobarán que se están mojando y volverán a buscar lo que necesitan. Es una forma de potenciar su autonomía y de darles la oportunidad de empezar a cuidarse por sí solos.
2. LOS NIÑOS SE VUELVEN MÁS ADAPTABLES Y RESILIENTES. Los estudios que han valorado el aprendizaje en las escuelas del bosque concluyen que el hecho de que los niños desarrollen gran parte del día al aire libre, con independencia de las condiciones metereológicas, hace que éstos sean más resilientes y se adapten mejor a los cambios de la vida, pues aprenden a jugar y desarrollarse aunque las condiciones externas sean cambiantes. Puedes leer más sobre elloaquí y aquí.
3. FOMENTA LA CREATIVIDAD. En un día de lluvia se pueden hacer cosas distintas y las de siempre, se pueden hacer de otra forma. Se dibuja mejor con tronquitos sobre un suelo de tierra mojada que sobre uno seco, por ejemplo.
¿Y qué me decís de la nieve? ¿Cuántas cosas se pueden hacer con ella? Se pueden construir muñecos de nieve, iglús… ¿Y qué sensaciones ofrece? ¡Eso es algo que no se puede perder ningún niño!
4. APRECIAR MEJOR LOS CAMBIOS DE ESTACIONES. Últimamente hay una legión de niños que pasan de casa a la escuela, de la escuela a extraescolares y de ahí a casa de nuevo. Apenas han pisado la calle y mirado hacia el cielo. Viven los cambios de las estaciones a través de los clichés típicos que se transmiten en la escuela o en la decoración de los establecimientos… ¿pero de verdad observan que sucede ahí fuera?
Hay un montón de preguntas qué hacerse al aire libre, para aprender sobre las estaciones. Por ejemplo:
¿Sólo hay hojas marrones en otoño? ¿O sigue habiendo pinos verdes?
¿Cómo sobreviven los animales al invierno? ¿Qué comen? ¿Los hay que duermen hasta primavera?
¿En invierno siempre hace frío o al mediodía puede salir un sol calentito?
¿En qué época del año usan más las botas de lluvia?
5. SE FORTALECE SU SISTEMA INMUNOLÓGICO Y LES PROTEGE DE LOS VIRUS. ¿Sabías que realmente el frío no enferma? Precisamente uno de los motivos que hace que los niños enfermen más en invierno es el hecho de estar encerrados mucho tiempo con otros niños en espacios cerrados y con menor ventilación que en verano. Es un caldo de cultivo estupendo para la propagación de virus.
Pasar frío sí puede hacer bajar nuestras defensas y entonces somos más vulnerables a los virus, pero si salimos a fuera en invierno bien abrigados no hay que temer (niños sanos y como norma general).
6. POTENCIA QUE LOS NIÑOS HAGAN EJERCICIO. Ello les ayuda a dormir mejor, reduce la obesidad infantil y mejora el sistema inmune. ¿Qué más se puede pedir?
En resumen, aprovechar la oportunidad que nos brindan los cambios de estaciones para favorecer que nuestros hijos salgan afuera y aprendan a adaptarse a ellos es una gran idea. Los peques serán más resilientes y positivos en la vida. Además, vivimos en un país estupendo, sin el frío realmente peligroso que puede hacer en otras zonas del planeta, pero ni que ese fuera el caso… “los niños crecen sanos alrededor del mundo, vivan en el polo norte, vivan en el desierto o en los trópicos, y lo hacen estupendamente”, como dice Andrew McMartin, deWildearth.org. Se trata de aprender a valorar cada situación y vestirse adecuadamente.
Espero que os animéis a salir con vuestros peques haga frío o llueva y no por ninguna de las 6 razones anteriores, sino por otra más importante todavía: ¡estrecharéis lazos saltando juntos los charcos más grandes que encontréis! ¿Te atreves a calzarte botas de agua de nuevo? 😉

jueves, 25 de febrero de 2016

"Escúchales para que puedan escucharte"

he compartido esta reflexión del blog de una compañera que me ha parecido muy interesante. Gracias Laura Moreno

"Escúchales para que puedan escucharte"


Los niños parecen seres complicados, pero realmente no lo son, simplemente deberíamos pararnos a escucharles, pero no de una manera superficial en la que nos cuentan su día y asentimos, NO, sino escuchar de centrarnos en él, mirarle mientras nos explica lo que ha hecho, lo que está viviendo, con esa expresión de "da igual todo lo demás porque ahora para mi papá, mi mamá o mi profe soy lo más importante"; que realmente perciba que estamos totalmente sumergidos en su interesante vida, que nos expresa en esa mirada inocente que pone todas sus ganas y énfasis en lo que nos cuenta, sin pensar en nada más.

Hagamos que los más pequeños nos enseñen las esencia de la vida, que podamos estar centrados y dedicados al ahora, a este momento, sin pensar en lo que vamos a hacer cuando lleguemos a casa del trabajo o cuando salgamos del gimnasio o cuando terminemos de hacer la compra, aprendamos de ellos, de su Carpe Diem, pues vida sólo hay una y hay que vivir cada momento sin pensar en lo que pasará después.

Esta es la esencia de los niños, que todo lo viven de manera intensa, por eso debemos escucharles, pues no podemos pretender que ellos nos escuchen si nosotros no lo hacemos con ellos. No eligieron estar aquí, fuimos nosotros quiénes decidimos que vinieran, por lo tanto se lo debemos, y ellos necesitan sentirse que pertenecen al grupo en el que nacen y se crían, y una de las maneras más sencillas de hacer esto posible es escuchándoles.

Os animo a trabajar esto con nuestros pequeños, sea en el lugar de trabajo o en casa con vuestros hijos, Dedicarles un rato a escuchar intensamente lo que os quieren contar, hacedles preguntas tipo "que ha sido lo mejor y más maravilloso de tu día","que ha sido lo que más te ha hecho reir", de manera que sientan que te interesas de verdad y que les escuchas.

No son pautas, son pequeñas cosas que te van ayudar en tu día a día en la relación con los niños, siempre atendiendo a la edad y comprensión individual.


"Capacidad de escuchar, capacidad de aprender"


jueves, 18 de febrero de 2016

Por qué las salchichas pueden matar a un niño

Es uno de los alimentos preferidos de los niños. Con tomate, ketchup y patatas. Y fácil de cocinar. Más fácil aún de comer. Es blanda y su sabor, delicioso. Y sin embargo, miles de niños mueren todos los años por su culpa. Hablamos de las salchichas.

Un día tuve la suerte de asistir a una demostración de primeros auxilios impartidos en un colegio por miembros del Samur (servicio de emergencias sanitarias en Madrid, España). Los niños iban a  aprender las técnicas de reanimación en caso de atragantamiento. Sin embargo, les dijeron algo terrorífico: en caso de que elatragantamiento sea por una rodaja circular de una salchicha, no hay nada que hacer.

No debes dar una salchicha cortada en rodajas a tu hijo

Niña come salchicha
Uno de los mayores riesgos de asfixia para niños menores de tres años es la salchicha. Mejor dicho, la forma en la que cortamos la salchicha. Durante esa demostración, el equipo de emergencias explicó a los niños el peligro de comer una salchicha cortada en rodajas. El diámetro circular de una salchicha tiene un tamaño que se acopla perfectamente al de la traquea de un niño menor de tres años. Si el pequeño no la mastica y se queda en horizontal taponando la tráquea, además de impedir la entrada de aire, hará un efecto 'ventosa'. Es decir, es muy difícil conseguir sacar ese trozo de salchicha circular. Aún así, en estos casos siempre hay que intentar el método Heimlich para casos de atragantamientos. 

Cómo cortar la salchicha para evitar atragantamientos en los niños

1. Corta la salchicha en vertical, por la mitad, de forma alargada.
2. Ahora puedes cortar las partes alargadas de la salchichas en varios trozos.
La asfixia es la cuarta causa de muerte accidental en niños menores de cinco años.Puede ser por un juguete, un artículo del hogar y por supuesto, por algún alimento. Entre los alimentos que producen asfixia en los niños, pensamos que los más peligrosos son los frutos secos y verduras crudas. Sin embargo, en el número uno de alimentos que producen atragantamientos en los niños menores de tres años son los... perritos calientes. En Estados Unidos casi un 20% de muertes en niños (menores de 10 años)  por asfixia es por un un hot dog 
Por eso, los pediatras recomiendan extremar la precaución a la hora de cortar ciertos alimentos y posponer la introducción de alimentos como los frutos secos hasta los cuatro o cinco años. Nos sorprendería comprobar la cantidad de alimentos que damos a nuestros hijos menores de tres años y que son potencialmente peligrosos: palomitas de maíz, apio, uvas, manzana...

6 consejos para evitar la asfixia por alimentos en nuestros hijos

La prevención es la única forma de proteger a nuestros hijos de un episodio de asfixia. Cuando se trata de alimentos, no hay otra manera:
1. Nunca cortes la salchicha en 'rodajas' o círculos. Córtala en trozos irregulares.
2. No des alimentos duros demasiado pequeños a tu hijo menor de 3 años. 
3. No le des frutos secos hasta los cuatro años.
4. Opta por alimentos que se deshagan con facilidad en la boca, como la galleta tipo 'María' o pan duro. 
5. No le des caramelos duros a tu hijo hasta los cuatro años ni 'pegajosos'.
6. Evita las palomitas de maíz y los chicles durante los tres primeros años de vida.
En caso de atragantamiento, lo primero que debes hacer es llamar a emergencias e intentar la maniobra de Heimlich